Decisiones
- Zona G
- 23 sept 2018
- 1 Min. de lectura
Decidirme por un juego nuevo siempre termina en mí con duda existencial tremenda. En parte por elegir uno de entre tantos con un presupuesto ajustado, en parte por la nostalgia que el anterior causó en mí, en parte también por la incertidumbre que da adentrarse en una historia desconocida - ¿Será tan bueno como dicen? ¿Me pegaré? ¿Y si mejor lo gasto en comida?- pero siempre me hace pensar más de lo que debería.
Y a veces siento que es tonto.
Ya veces siento que no.
Porque si bien puedo pasarme días sin saber qué comprar, conseguir o descargar, siempre termina siendo una buena decisión. Y me revitalizo como no tengo idea. Porque en el fondo sé que no es algo que se pueda tomar a la ligera. Es un viaje, una experiencia, un mundo nuevo que quiere ser conocido, experimentado.
Hasta una nueva forma de ver las cosas y de relacionarte con las personas.
No sé, tal vez exagero, pero para mí sí vale la pena exagerar.
Comments